Unas bacterias modificadas genéticamente producen biodiésel a partir de productos vegetales de manera ecológica. La producción de este tipo de combustible podría contribuir a mejorar la producción de biodiésel de manera más sencilla, barata y ecológica.
Para la obtención de biodiésel ordinario se utiliza un aceite vegetal como el de soja, girasol o palma y se le hace reaccionar con alcohol en presencia de ciertos compuestos químicos para producir ésteres grasos que constituyen el combustible.
Un inconveniente es que los campos sembrados de estos cultivos no se pueden dedicar al cultivo de otras especies necesarias para el consumo humano, y para producir unos litros de combustible se necesitan grandes extensiones de terreno. La utilización de otras tierras implica la destrucción medioambiental de las mismas. Por ejemplo, la selva de Borneo ya está siendo destruida por culpa de los cultivos de palmas de aceite, extinguiendo especies y poniendo en peligro a otras como el orangután. Además los cultivos necesitan de maquinaría agrícola que también consume combustible.
Aunque la utilización de biodiésel no aumentan la emisión de CO2, porque al quemarse se produce la misma cantidad que ha sido absorbida por la planta, su producción no está exenta de problemas ecológicos, pues a los ya mencionados se añaden los derivados de la utilización de productos químicos y la generación de grandes cantidades de glicerina como subproducto.
Por tanto, la obtención de biodiésel debe de mejorarse si queremos resolver todos esos problemas. Una vía de solución estaría representada por la tecnología desarrollada por Alexander Steinbüchel y sus colaboradores de la Universidad de Munster en Alemania. Han creado por ingeniería genética una variedad de bacteria Escherichia coli mediante el añadido de genes de otras especies. Dos genes proceden de la bacteria Zymomonas mobilis y son los que controlan la producción alcohol a partir de glucosa. Un tercer gen procede de la bacteria Acinetobacter baylyi y permite a la nueva bacteria combinar el alcohol con el aceite y producir biodiésel. Esta bacteria es por tanto capaz de medrar en una mezcla de aceite y azúcar y producir biodiésel directamente. No se necesitan aditivos químicos en este proceso por lo que es bastante ecológico y sencillo.
La meta final de este grupo de investigadores es la producción de biodisel de este modo, pero a partir de desechos vegetales en lugar de los aceites, que son caros de producir desde el punto de vista ecológico y económico. Además se pretende no reducir la producción de alimentos por el uso de tierras de cultivo. Si lo consiguen se podría producir biodiésel a precios competitivos en el futuro.
Se están haciendo ahora muchos esfuerzos para desarrollar nuevos métodos de producción de combustibles no fósiles en estos tiempos de petróleo caro y cambio climático. Quizás llegan un poco tarde.
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youppi =)
ResponderEliminarFELCIDADES!!
ResponderEliminarhhahaha
at:da